La contaminación lumínica consiste en la brillantez del cielo nocturno producido por la mala calidad de la iluminación de nuestras ciudades, vías de comunicación y otros espacios.
Básicamente significa que enviamos luz hacia arriba, cuando es hacia tierra donde nos interesa.
Iluminar el cielo no sólo significa un gasto energético sin sentido, si no que además malogramos el medio ambiente, abusando de los recursos naturales y agrediendo habitados de animales nocturnos y migratorios, y arravatem a nuestros hijos la contemplación del cielo estrellado.